Dos siglos después de su descubrimiento las pinturas murales siguen siendo tan enigmáticas y, sin embargo, junto a otros artefactos, cambiaron las diferentes percepciones de la Antiguedad y dieron lugar a futuras tendencias culturales. Así, a lo largo de estas décadas después del principio de las excavaciones, el mundo estaba enfrentado con el Neoclasicismo, el primer estilo realmente mundial. A pesar de su amplia contribución a este estilo, su significación social, semántica y sociológica permanece todavía oscura pese a que se encontraran muchas de ellas por todas partes de lo que fue el Imperio romano.

Cuando las pinturas murales fueron descubiertas hacia la mitad del siglo XVIII, el Arte románico, una de las primeras olas de la influencia post colonial, había nacido y vivido durante 700 años y el Renacimiento clásico había aplazado durante mucho tiempo el poder emocional del Barroco, él mismo sucumbiendo a las formas arabescas y ornamentales del estilo Rococó. Además, estas pinturas recientemente desenterradas, producidas en torno al comienzo del primer milenio, parecen contener elementos que reflejan todos estos periodos artísticos. Aunque es una realidad que Pompeya y Herculano dejaron de existir el 14 de agosto de 79 d.C., la sociedad italo-romana siguió desarollándose y transformándose cuando nuevas ideologías y nuevas religiones tomaron el control de su destino.

Una de las más dinámicas e invasoras fue sin duda el cristianismo. Después de que Constantino la  declarara religión del estado en el año 400 d.C., se convirtió en la religión dominante de todo el Imperio romano. Además del apoyo imperial del que gozaba, alcanzó su hegemonía haciendo suyas muchas imágenes y objetos simbólicos que eran asociados hasta este tiempo a cultos paganos. Por ejemplo, las basílicas, que habían jugado un papel administrativo, se convierten en modelos para las catedrales cristianas y los tholoi (templos circulares) para los baptisterios. La escultura pagana y los motivos pictóricos son también incorporados a la iconología utilizada para difundir la fe cristiana. Venus y Cupido, su compañero alado, se convierten en un modelo para el culto de la madona y el Diablo encuentra su expresión visual en la imaginería demoníaca que penetra en el arte romano a través de la escatología etrusca. Así, la cristianidad, involuntariamente, ha preservado la imaginería pagana, si no sus instituciones. De esta forma, cuando los primeros excavadores desenterraron las pinturas murales pre-cristianas, las cuales sin haberlo deseado llevaban las marcas de la iconografia cristiana en lo que se refiere a las formas de la madona como silueta, ángeles alados y representaciones del paraíso, bien pudieron haber experimentado una sensación de déjà vu. [Para más información a propósito de la apropriación de la imaginería pagana, ver Jas Elsner 1997].

Los primeros excavadores de los sitios de Campania no eran arqueólogos, dado que la disciplina todavía no había sido definida. En cierta medida, las lecciones aprendidas durante las excavaciones de Pompeya y Herculano dieron forma a esta disciplina que ahora se llama arqueología. Al contrario que sus homólogos modernos, los primeros excavadores no tuvieron que rivalizar con los filtros deformadores debidos a la apropriación de la cultura romana del post-descubrimiento. Nuestra confusión proviene de los diferentes estilos neoclásicos híbridos pseudo-griegos creados por el descubrimiento de las pinturas murales romano-campanias y otros objetos encontrados en Herculano y en Pompeya.

 

Introduction
page header
2
bbfb
bbfb
Casa dei Triclini, Moregine